Responsable de mi función en el sistema
Estudiando astrología y más precisamente las
Leyes de Hermes
Comprendí que el valor fundamental que tenemos que tener es la RESPONSABILIDAD.
Cada vez que pensamos en esta palabra nos viene a la mente, una carga, ayudar a otros, dificultad, falta de libertad, limitaciones, displacer.
En realidad, la única manera de ser libres, felices, expandirnos y sentir placer es a través de la responsabilidad. Solo si soy responsable de mi sistema puedo ser libre y feliz.
Retomando las leyes Herméticas, si yo quiero que fuera de mí ocurra algo, primero ese algo tiene que ocurrir en mi interior. Segundo, con la misma fuerza que voy hacia una energía (Signo del zodíaco) voy a ir a su extremo opuesto complementario.
Entonces, si yo solo quiero vivir Tauro, y me voy hacia esa energía, escapando y rechazando a Escorpio. El resultado será que escorpio vendrá a mí con la misma fuerza que intento escapar, por ello la única salida es la aceptación radical.
Yo tengo que ser consciente de que si voy a Tauro la consecuencia siempre será Escorpio. Es como saltar del puente y creer que saldremos volando, eso no va a ocurrir.




Ahora sí vamos a hablar de la responsabilidad.
Somos un sistema, estamos formados por diferentes partes y todas ellas conforman nuestro ser. Así mismo, nosotros somos parte de un sistema mayor al que pertenecemos, llamémosle Dios, fuente, Luz Divina, Universo, como les sea mejor para entenderlo.
En ese sistema nosotros ocupamos un lugar único. Por lo tanto, para cumplir esa función tenemos cualidades específicas y otra vez, únicas.
Para conectar con estas cualidades tenemos la sensorialidad, no solo física, sino que también psíquica, emocional, espiritual, sexual, etc.
Es decir, solo nosotros sentimos nuestro universo, nuestro sistema en consecuencia tenemos el deber y la responsabilidad de atender cada señal de cada diferente plano dimensional.
Nosotros somos los únicos responsables de llevar adelante el sistema, cubrir necesidades, cumplir deseos, cuidar de él.
Yo Soy lo que Yo Soy
«Jesucristo»
Recapitulando, si comprendo que hay partes de mí que aprendí a amar, otras a odiar y a esconder. Voy a entender el conflicto que proyecto en él afuera.
Es decir, que si niego una parte de mí, esa parte de mí se impondrá como un enemigo. Y no estaré responsabilizándome de ella, por lo tanto, cíclicamente la expresaré desequilibradamente.
La importancia del autoconocimiento, autoconciencia y desarrollo personal para vivir una vida plena es fundamental.
Para ello, la primera herramienta que tenemos son las sensaciones, cuando sentimos algo nunca es mentira, ni deberíamos no sentirlo, sentimos lo correcto siempre.
Hay que identificar y aceptar lo que es (para evitar enviar el deseo, la necesidad o la emoción al inconsciente) Eso es como hacer desaparecer una parte de nosotros, castrarnos, dejar de usar una habitación de la casa o una herramienta.
Si yo nací para ser enfermera u oncólogo, tengo que tener características indispensables para sostener el dolor y la intensidad al que me voy a enfrentar cada día.
Eso quiere decir que voy a ser una persona muy intensa, si no soy intensa quiere decir que castré una parte de mí y que cíclicamente esa parte sale en una explosión (daño a otros) o una implosión (me daño a mi mismo).
Otra herramienta fundamental para comprender mi verdadero funcionamiento es la Astrología. En la carta astral están todas nuestras funciones y como ejercerlas.




Es por esto que
fuera de nosotros no existe nada
Todo se produce en nuestro interior. Nosotros no somos responsables de lo que otros necesitan, ni de dárselo por mucho que lo veamos.
No podemos ser desleales con otros, ni egoístas. Esto se debe a que esa no es nuestra responsabilidad. Solo somos responsables de darle a nuestro universo lo que nos pide. Somos Dios para nuestro universo.
Nuestro universo nos envía señales continuamente, de lo que necesita y quiere, a través de las emociones, de las sensaciones y de la intuición. Nadie más, fuera de notros, puede hacer nada al respecto.
Nadie fue creado para salvarnos o sanarnos, nosotros somos Dios en nuestro universo. Imagínate haber nacido para ser el salvador de alguien, qué clase de creador nos haría algo tan despiadado.
Nosotros nacimos para expandirnos, para ser cada vez más nosotros mismos y trabajar unos con los otros, somos partes de ellos, como ellos de nosotros.
En realidad no hay un yo y un tú, ni un adentro o un afuera, pero para explicar este concepto tengo que hablarles de que existe un adentro y un afuera.
Todos somos Uno
La manera más fácil de entender este concepto de que todos somos uno es a través del cuerpo.
El corazón cumple su función, al igual que el hígado, los riñones, etc. Todos haces cosas diferentes, son diferentes para que el cuerpo viva en equilibrio y todos juntos son un cuerpo.
Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de ser lo que vino a ser por el bien del sistema. No existe hacer cosas buenas por los demás, solo puedes hacer cosas buenas por ti mismo.
Si ayudas a otro en realidad te estás ayudando a ti mismo. Nadie es tu enemigo, es imposible. Nadie hace nada para dañarte, solo lo haces tú quedándote en esa situación, no atendiendo lo que realmente quieres.
Al escuchar esas señales te llenas de ti mismo. Al dejar de esperar que un otro externo a ti, te acepte, te cuide, quitas un peso enorme en el vínculo con el otro y contigo mismo.
Cuando sacias tus necesidades, cumples tus deseos por ti y para ti te expandes y llenas de posibilidades. Descubres que eres parte del mundo y que estás a salvo.
Nadie puede abandonarte si tú no te abandonas, nadie puede desvalorizarte si tú te valoras. Y si lo hicieran, nada importaría porque tú ya estás ahí para atenderte.
Solo eres responsable de ser quien tú eres
Natalia Costa – Astrológica

